“Llegar a 50 años de vida sacerdotal es toda una bendición del Señor”
Celebra con una misa a las 10 de la mañana en la Catedral sus bodas de oro sacerdotales.
El arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, conmemora este sábado sus bodas de oro sacerdotales con la feligresía barranquillera y de otras regiones de Colombia a donde ha llevado su misión pastoral. La misa de acción de gracias será a las 10 de la mañana en la Catedral Metropolitana María Reina.
“Llegar a 50 años de vida sacerdotal es toda una bendición del Señor”, dijo monseñor Jairo Jaramillo en diálogo con ZonaCero, recordando su labor pastoral durante cinco décadas.
A la ceremonia han sido invitados feligreses barranquilleros, sacerdotes, seminaristas, religiosos, amigos, compañeros de trabajo y familiares provenientes de Medellín, Rionegro, Santa Rosa de Osos, Riohacha, y de los municipios del Atlántico, en donde monseñor Jaramillo ha servido en sus 50 años de vida sacerdotal.
La misa estará cantada por el Coro Arquidiocesano. Durante la eucaristía habrá “un lucernario, en el que se encenderán siete cirios, que serán portados por personas que han acompañado al prelado durante su proceso como presbítero, el primero por la etapa previa al sacerdocio; los cinco siguientes por cada una de las décadas de fidelidad del purpurado a la Iglesia; y el último, por el tiempo venidero para la vida del Señor Arzobispo”.
La Gobernación de Antioquia, tierra natal de monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, le rendirá homenaje especial por sus 50 años de sacerdocio con la Estrella de Antioquia, máxima condecoración de ese Departamento.
En la entrega del reconocimiento estarán presentes familiares y allegados al prelado, también el Obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa; así como los miembros fundadores de la Universidad Católica del Norte, con quienes Monseñor Jaramillo Monsalve realizó dicha obra.
Toda una vida dedicada al servicio de los más necesitados
Cuando niño monseñor Jairo Jaramillo asistía religiosamente con su familia todos los domingos a la Santa Eucaristía. Observaba a los sacerdotes cómo actuaban y cómo se relacionaban y servían a la comunidad. “Esta vida es bonita”, se dijo.
Con el correr de los años se preguntó si el Señor lo estaba llamando para prestar su servicio a la Iglesia. “Desde jovencito vi que podía ser un camino a seguir”, añadió.
Junto con un primo, que también compartía su vocación, se fueron primero al seminario menor en Medellín y luego a Bogotá a estudiar Teología. “Nos mandaron a los dos primos, estudiamos juntos, terminamos Teología juntos y recibimos juntos la ordenación sacerdotal un 26 de junio de 1966 en Rionegro”, recordó.
A lo largo de 50 años han sido muchas las anécdotas que recuerda monseñor Jaramillo, algunas bonitas y otras dolorosísimas, pero reconoce que su vida ha sido feliz porque cada momento duro de la vida es una bendición.
Dijo que en su vida sacerdotal siempre ha sido obediente y los retos los asume con gusto. “Dios me puso en mi camino dos grupos de trabajo: los jóvenes y los pobres”, sostuvo.
En esta cinco décadas, monseñor Jaramillo ha llevado sus obras en dos regiones del Caribe: Barranquilla y Riohacha. Afirma que se siente un barranquillero más, por eso no para de pensar en realizar proyectos que involucren a la ciudad. Sus retos venideros son la fundación de la Universidad Católica del Caribe y la creación de nuevas parroquias
Sobre los pontífices y sus aportes a la misión que Jesús encomendó reconoció al papa Benedicto XVI, quien dio un paso al costado para la renovación de la Iglesia Católica de la mano del papa Francisco
Monseñor Jaramillo renunció, como era su deber, antes de cumplir los 75 años, mientras permanece en su cargo, sin afanes hasta que el papa Francisco decida un sucesor en el tiempo que estime conveniente.